Un cerebro con una manzana adentro

Descubre la relación entre la nutrición y la psicología y como la correcta nutrición puede mejorar el bienestar psicológico, desde probióticos y omega-3 hasta vitaminas del complejo B y magnesio.

Sabemos que la alimentación adecuada es fundamental para la salud física, pero últimamente hay una creciente evidencia de que también juega un papel crucial en la salud mental.

Las deficiencias nutricionales no se hacen evidentes de forma inmediata, por lo que cuando son detectadas, la deficiencia ya ha hecho mella en la salud del paciente. Como en el caso del hipotiroidismo, en el que la deficiencia de yodo y selenio, entre otros, dan paso a los síntomas de la enfermedad.

Ciertas sustancias contenidas en los alimentos garantizan el buen funcionamiento del cuerpo y de la mente. Tener los nutrientes necesarios incluso puede afectar la claridad de nuestros pensamientos, la disminución de la producción de hormonas, alteraciones en el estado de ánimo entre otras.

Imagen de medicamentos hay  pastillas y capsulas

 Muchos médicos y profesionales de la salud están en contra de la suplementación; sin embargo, aunque como primera línea debemos consumir los alimentos correctos, la suplementación es necesaria siempre y cuando detectemos qué suplementos debemos consumir.

Primero que nada, hablemos del intestino, una parte fundamental del sistema digestivo, ya que es por medio de él que los nutrientes se obtienen de los alimentos. Sí, así es, el intestino y el cerebro están más conectados de lo que pensamos. El famoso «eje intestino-cerebro» nos dice que un intestino saludable puede contribuir a un cerebro saludable.

La imagen del intestino conectado al cerebro

La verdad es que la mayoría de las personas sabemos qué tenemos que hacer para sentirnos bien; sin embargo, por causas externas o internas no lo hacemos. Todos sabemos que desparasitarnos por lo menos una vez al año y tomar probióticos y prebióticos además de la suficiente fibra para tener un microbiota intestinal sana podría tener un efecto positivo en el estado de ánimo y la cognición de nuestros pacientes por la regulación de sustancias.

Un médico revisando a su paciente

Ya sea por cultura o costumbre, es rara la persona que acude al médico de forma preventiva; la mayoría de las veces acudimos cuando sentimos mermada nuestra salud. Podría hacer una lista de las sustancias indispensables para el buen funcionamiento del cerebro, como el consumo de ácidos grasos omega-3, el magnesio y la vitamina B12, pero lo cierto es que lo ideal es cuidar lo que comemos.

Finalmente, no subestimemos el poder de una alimentación equilibrada y variada. Una dieta que incluya una amplia gama de nutrientes no solo apoya la salud física, sino que también puede proporcionar la energía y los recursos necesarios para enfrentar el estrés diario y mantener un buen ánimo.

 A veces, un pequeño ajuste en lo que comemos puede hacer una gran diferencia en cómo nos sentimos física, mental y emocionalmente.

Un hombre feliz sentado en una banca del parque

¡Salud mental y salud nutricional van de la mano!

Todas las imágenes fueron creadas por la AI de Bing.

Tal vez te pueda interesar el siguiente libro: Menú familiar para comer sanamente

es_ESSpanish